Liquen plano oral
El liquen plano oral es una enfermedad inflamatoria crónica, con características autoinmunes y potencialmente maligna que afecta los tejidos blandos de la boca, principalmente las mejillas, las encías y la lengua. Afecta aproximadamente al 1% de la población mundial y se presenta con mayor frecuencia (2 de cada 3 casos) en mujeres a partir de los 50 años. No es una enfermedad contagiosa, por lo que no puede ser transmitida entre las personas.
Causas
La causa del liquen plano oral es desconocida. Sin embargo, la enfermedad se desarrolla porque el propio sistema inmunológico ataca y destruye las células de la capa más superficial de la mucosa oral.
Signos
El liquen plano oral se caracteriza por la presencia de lesiones blancas y rojas, acompañadas ocasionalmente de llagas, distribuidas simétricamente en ambos lados de la cavidad oral. Las lesiones predominantemente blancas se presentan como puntos y líneas blancas que se unen entre sí para crear un entramado, o como una placa blanca relativamente homogénea, acompañadas de un enrojecimiento a su alrededor. En las lesiones predominantemente rojas o alrededor de las llagas, también se pueden observar líneas blanquecinas discretas.
El liquen plano también puede presentarse por fuera de la boca, como en la piel, las uñas, el cuero cabelludo y los genitales.
Síntomas
Alrededor del 40% de las personas con liquen plano oral presenta síntomas como dolor, ardor, aspereza o molestia o en la boca, ya sea de forma espontánea o al hablar, ingerir alimentos o lavarse los dientes. Así como ocurre en otras enfermedades autoinmunes, el liquen plano oral tiene periodos de exacerbación (los síntomas empeoran) y remisión (los síntomas disminuyen). El estrés emocional es el principal factor asociado a los periodos de exacerbación.
Diagnóstico
El diagnóstico de liquen plano oral se realiza mediante un análisis de la historia médica del paciente, un examen visual de la mucosa oral y una biopsia (examen microscópico de una muestra de tejido) de las lesiones. Sin embargo, en algunos casos, no es necesario tomar una biopsia para confirmar el diagnóstico.
Tratamiento
Debido a que el liquen plano oral no tiene cura, el tratamiento se limita a reducir los síntomas que genera la inflamación de la mucosa oral. Por lo tanto, en ausencia de síntomas, no se requiere ningún tratamiento.
Lo primero que se debe hacer en caso de presentar síntomas, y especialmente si hay presencia de lesiones en las encías, es mantener una higiene oral óptima y asistir cada 3–6 meses al odontólogo para una limpieza dental. También se debe evitar el consumo de alimentos, bebidas alcohólicas y productos de higiene oral –como cremas dentales y enjuagues bucales– que aumenten significativamente los síntomas. En caso de que los síntomas persistan, se debe iniciar una terapia con medicamentos inmunosupresores.
Pronóstico
Aproximadamente el 1% de los pacientes diagnosticados con liquen plano oral pueden desarrollar un cáncer oral con el paso del tiempo. Existen algunos factores que pueden aumentar este riesgo:
Que las lesiones estén localizadas en la lengua;
Que haya presencia de lesiones rojas o llagas;
El consumo de tabaco y alcohol;
Haber tenido hepatitis C.
Por esta razón, es necesario que los pacientes con liquen plano oral asistan una o dos veces al año a citas de control con un especialista en Medicina Oral (Estomatólogo).
Debido a que es una enfermedad crónica, es posible que las lesiones acompañen a la persona por el resto de su vida. Sin embargo, los síntomas, en caso de que se presenten, tienden a disminuir en intensidad y frecuencia con el paso de los años.
Recomendaciones
Si sospechas que tienes liquen plano oral, consulta con un especialista en Medicina Oral (Estomatólogo) para confirmar o descartar este diagnóstico.
Si ya te han diagnosticado esta enfermedad, asiste periódicamente a citas de control con un especialista en Medicina Oral, ya que el liquen plano puede convertirse en cáncer oral.
Con el fin de controlar los síntomas, evita el consumo de alimentos, bebidas alcohólicas y productos de higiene oral –como cremas dentales y enjuagues bucales– que aumenten significativamente los mismos, e implementa estrategias para reducir el estrés emocional.